D. Antonio Romero Roldán y su Vespa de 1959 frente al antiguo Hotel cordobés. Decidido y orgulloso posa el hombre que había visto de niño la artillería disparando desde El Brillante hacia las Ermitas en 1936, aquel que había pasado la tiricia en pleno servicio militar, el mismo hombre que montaría una tienda de calzado, el mismo que se trasladaba de niño en bicicleta para ir al colegio, y el mismo que pagó hasta el último de los plazos de las 16.000 pesetas que costó aquella Vespa. Su historia de amor y la visita de su nieta María Delgado, en la fase 1 de la desescada tras la Urgencia Sanitaria acaecida en 2020, nunca habitarán el olvido.
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