SEGUIDORES

martes, 9 de junio de 2020

ROCÍO CAÑETE DE TORO. AÑOS 20

  Don Juan Santiago García Vargas se retrata en julio de 1925 en un estudio fotográfico de la Plaza Cañas, Córdoba. Semblante asustadizo sobre un decorado de casa señorial. Meses después ocurre el Desembarco de Alhucemas y allí está él, con la infantería, entre carros blindados y buques de guerra. Las tribus bereberes acechan, ven en la oscuridad, y él mordisquea unas galletas vencidas. Años después, su hija, Doña Carmen Sotomayor Serrano, bisabuela de Rocío Cañete, saca a una familia adelante en plena posguerra. Una vez fue cocinera de Primo de Rivera. Estas historias, entrecruzadas con otras, como la un asesinato en Bujalance, o las leyendas esotéricas de sus raíces gitanas,  ensamblaron una exposición magnífica. Rocío nos relató que todos somos porque otros antes fueron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario